16 años después, ya asumo la despedida. Ya sé que no te importo, que no te intereso, que no soy nada para ti. Definitivamente, lo asumo, aunque mis sentimientos... No los puedo derrotar en mi interior. Sé y siento que, a pesar de todo, te quieren y te anhelan, desean quererte, aunque sea sin recibir algo a cambio... Pero la nada que soy para ti se impone.
Ya no te buscaré ni en mi móvil, aunque guardaré y conservaré las fotos, ya no te daré la lata de ninguna forma posible y, si volviera a cruzarme contigo, miraría para arriba o para abajo, para que no puedas sentir nada por mi mirada. Ya es lo que hay.
Que te vaya muy bien, de corazón te lo deseo, María Tengoku.