Lo primero es expresar mi alegría, porque te he visto emoticonos de risas al comentar un menú infantil con juegos de palabras en un restaurante escocés. Que expreses así tu risa es que estás bien y eso también me hace sentirme bien, aunque no pueda ser partícipe de ello. Al menos, tengo ese consuelo.
¿Sabes? Cambiando de tema, ayer, en una ferretería en la que estuve, al mirar por el escaparate, vi delante del mismo a una chiquilla, adolescente, de alrededor de unos 14 años, con tus mismas gafas, hasta del mismo color. Era un poco llamativo que también tuviera tu pelo como hace 15 años lo tenías tú, pero al verla un poco de perfil la cara, no se parecía en nada a ti.
Sólo hay una María Tengoku, única e irrepetible, ninguna otra se te parece ni de lejos, aunque a veces hay algún espejismo que pueda parecerse. Que Dios os guarde y cuide a todos los tuyos y a ti, María Tengoku, bendita seas siempre.