No puedo verte, no sé nada de ti. Así que se convierte en una alegría que compartas una imagen que fotografiaste ayer, con una música apropiada. Es pensable que sea de tu lugar veraniego, o de algún lugar cercano, pero al menos, está esa alegría interior de saber que sigues adelante. Gracias por la nueva señal de vida.
No serviría para nada escribirte; no me responderías y, quizá, hasta te molestarías. No te quiero cabrear; no es lo que busco. Yo sólo quiero mostrarte que sigo aquí, nada más, sin más preámbulos, ni condiciones, ni circunstancias.
En fin, espero que sigas adelante en la nueva semana, que ojalá te vaya bien y que estés bien, que te sientas bien y que lo pases bien. Ojalá que así sea. Que Dios os guarde y cuide a todos los tuyos y a ti, bendita seas siempre, María Tengoku.