Me alegro por todas esas personas que te hacen sentir bien, que te animan a seguir adelante; no soy celoso, ni envidioso, eso lo descubrí gracias a ti, sólo contigo he sabido lo que es amar a otra persona y sentirte bien si hay también quien te quiera, te aprecie e incluso también te ame. Soy incondicional y tú te lo mereces todo. No tengo problema alguno con ello.
Pero tú no me quieres y así es la vida. Yo te seguiré queriendo; no te culpo por no quererme. Que Dios proteja y guarde a todos tus familiares, seres queridos y a ti, bendita seas siempre, María Tengoku.