Este viernes te escribo por la tarde, y desde el portátil, porque la torre está en formateo. Llevo dos noches sin dormir bien y esta noche espero estar pronto acostado, descansar lo posible y recuperarme un poco.
Pensando en lo poco que duermo, me he acordado de ese deseo que tenía hace dos años: poder velar el tuyo. Pasar una noche, mirándote, contemplándote, verte dormir, verte sonreír dormida si fuera posible. Para mí, hubiera sigo algo muy bonito, pero ya, pasado este tiempo sin que quieras saber algo de mí, está claro que no podrá realizarse.
Me quedo con el deseo y la esperanza de que pases muy buena noche de viernes: que la disfrutes, que la pases y te sientas muy bien, que estés con gente querida y que te quieran, y si también hay alguien a quien tú hagas sentir especial y esa persona sea especial para ti, pues que tengáis muchos magníficos y agradables pequeños grandes momentos. Aunque la vida sea así, yo te seguiré deseando todo lo mejor para ti. Muy feliz fin de semana tengas, María Tengoku.