Canta el estribillo de aquella canción: "Me desenamoraré, me desenamoraré, para tener la alegría de enamorarme otra vez".
Yo no me desenamoraré, porque tengo claro que no puedo. Me he desenamorado cuando he vivido que yo solo me he enamorado, sin motivo, porque me gustaba aquella mujer o porque había algo que me atraía en aquella chica. Hasta que te conocí a ti, hasta que fuiste tú la que te acercaste a mí, sin yo esperarlo ni preverlo. No puedo desenamorarme de ti, María Tengoku, porque yo no provoqué estos sentimientos.
Pero no te culpo a ti, porque sólo has compartido belleza conmigo. Ni siento interés en enamorarme de nuevo, porque nadie ha sido, ni antes ni después, como tú conmigo, María Tengoku. No te puedo comparar con nadie, salvo contigo misma. No puedo tener alegría en enamorarme de nuevo, porque no hay otra como tú.
Feliz domingo para todos los tuyos y para ti, que Dios os guarde y cuide, bendita seas siempre, María Tengoku.