jueves, 14 de septiembre de 2023

Ambos hemos aprendido la lección...


Gracias por encapricharte de mí, María Tengoku, entre aquella época del 2007 y el primer semestre de 2008; gracias por escribirme aquel correo electrónico el 15 de enero de 2021; gracias por haberme dejado acompañarte, por haberme permitido estar contigo; gracias por todo ello.

Ya tengo claro que los dos hemos aprendido la lección: Yo no valgo nada, soy muy poca cosa para cualquier mujer, incluida tú, no tengo nada atractivo, ni interesante, ni por lo que merezca la pena estar conmigo.

Por eso vuelvo a darte las gracias por cada instante que pasaste conmigo, por cada letra que me escribiste, por cada vez que te acordaras de mí, aunque fuera un solo momento al día. Muchas gracias, María Tengoku, eres lo más valioso que han hecho por mí, porque tú no eras familiar mío, ni nunca me debiste nada, ni tan siquiera tuviste por qué molestarte por mí. Y sin embargo, por la belleza y la hermosura de tu ser, lo hiciste. Gracias, infinitas gracias por tan alucinante pasado para mi vida.

Que Dios os guarde y cuide a todos los tuyos y a ti, María Tengoku, bendita seas siempre.

Dios te bendiga

A pesar de mi confianza en Dios, a pesar de mis oraciones, de mis esfuerzos, no pudo ser. Allí estabas tú. Y ya estaba avisado de que estuvi...