Desde mi punto de vista, fuiste tú la que te encaprichaste de mí, fuiste tú la que me enamoraste, fuiste tú la que me volvió loco con aquella traición de no contarme lo que los tuyos y tú estabais tramando contra la comunidad, fuiste tú la que retomaste el contacto conmigo, fuiste tú la que me escribiste que me tenías cariño y fuiste tú la que dejó de hablarme, hasta bloquearme en tus redes. Fuiste tú. Yo me enamoré de ti, te amaba, y aún te quiero, pues te he perdonado tantísimas cosas, con mi torpe, tonta e infantil forma desinteresada de querer. Desde mi punto de vista que, claro está, puedo estar equivocado con todo.
Ya los días 27 del mes no tienen sentido para mí; ya no hay ilusión ni esperanza para el próximo 27 de abril, ni tiene sentido recordar el 27 de abril de 2008, en que me di cuenta de que me había enamorado de ti. Sé que no es tu culpa, sé que las cosas son así, sé que la vida es así, pero así es como estoy. Ojalá que a ti te vaya mucho mejor, María, ojalá que tú seas muy feliz.