Raro, por un lado, porque lo hayas compartido, sabiendo la gente que tienes a tu alrededor, que ni lo entiende, ni lo vive, ni estará de acuerdo con que tú lo vivas. Raro por buscarte esos problemas innecesarios, cuando no tienes apoyo y estás sola para lo que vives.
Raro, por otro lado, porque sigo sin entender que tú entiendas lo que estás viviendo, porque no has profundizado, porque te sigues manteniendo en una superficialidad, eso sí, que es natural, a la mayoría de los que asisten a las ceremonias. Se desconoce realmente lo que es la fe y no es que yo lo sepa realmente, pero algo sí que he experimentado y experimento. Y lo vivo.
En fin, de todas formas, hoy también quería escribirte para desearte que pases un muy fabuloso y maravilloso mes de abril, María, que lo celebres diez, doce, quince y más veces, todas las posibles, que lo disfrutes mucho. Que tengas muy feliz mes de abril, María, bendita seas siempre.