lunes, 27 de noviembre de 2023

Que vaya muy bien este día 27 para los tuyos...

Que vaya muy bien este día 27 de noviembre para los tuyos, María, porque ya, por lo que a mí respecta, ha perdido la importancia que tenía. Ya sé que no volveré a ser tu compañero, ni tú volverás a acompañarme nunca o, al menos, sentarte a mi lado, como aquel día 27. Ya me resigno a que todo está perdido, a que cayeron todos los puentes y posibilidades; ya no pienso, como antes, que me gustaría tener varias vidas más para poder conquistarte, cuando en menos de dos años he perdido el cariño o el aprecio que me tenías.

Cruda realidad, amarga pena, tristeza real. Hay que seguir caminando en la vida. Espero que, al menos a ti, te vaya bien, y que sea un magnífico día para los tuyos y para ti, María, bendita seas siempre.

domingo, 26 de noviembre de 2023

Que vaya muy bien ese acto público...

Que vaya muy bien ese acto público mañana de tu familiar, María. Es el segundo que va a presentar y me enteré por tus novedades en WhatsApp el pasado viernes noche. Seguro que el evento está en redes sociales, pero te prometí no molestarte más, así que no lo compartiré ni me entrometeré en nada. Pero sí quiero dejar por aquí mis mejores deseos para con esa persona de tu entorno cercano y, por extensión, para con tu familia. Esa persona, además, a mí siempre me trató bien y, aunque no pueda mostrarlo, le seguiré estando agradecido.

Que empiece muy bien la nueva semana para los tuyos y para ti, María, que acabe muy bien este mes de noviembre, y que diciembre sea aún mucho mejor. Que Dios os bendiga, guarde y cuide a los tuyos y a ti, María, bendita seas siempre.

domingo, 19 de noviembre de 2023

Haciéndome a la idea...

Haciéndome a la idea de que no voy a volver a encontrar un nuevo escrito tuyo en mi correo electrónico; haciéndome a la idea de que nunca volverás a contactar conmigo; haciéndome a la idea de que la triste, dura, difícil, amarga, penosa y doloroso resto de vida que me quede, no te puedo volver a tener cerca; haciéndome a la idea de que no voy a poder volver a sentirte.

Hay mucha tristeza en mi interior; se ha acumulado mucho y, verdaderamente, no sé soy voy a poder soltarla. La única forma son estos escritos que, aunque sea en escasa medida, algo de alivio me permiten.

Que Dios te guarde y cuide, María, bendita seas siempre.

sábado, 18 de noviembre de 2023

Feliz noche de sábado tengas...

Feliz noche de sábado tengas, María, no te olvido, pesar de la tristeza, la amargura, la pena y el dolor que llevo dentro. No me esperaba el bloqueo, ni creo tampoco merecerlo, pero así ha sido. Era duro que me dejaras de prestar atención, pero ha sido más duro aún el bloqueo. En fin, al menos, espero que estés tranquila con haber conseguido que te deje plenamente en paz, aunque tú ni siquiera has sido para decírmelo a la cara, o al menos, indicármelo en algún mensaje.

En fin, que tengas muy feliz noche de sábado, ojalá que estés muy bien con quien o quienes estés, que te encuentre muy a gusto, que estés muy contenta y alegre, y que te vaya bonito, María.

jueves, 16 de noviembre de 2023

Ya no te escribiré tanto como antes...

Como se puede ver por la última entrada y la fecha de esta, ya no te escribiré tan regularmente como antes, sino cuando lo requiera mi interior. Ha sido y es un durísimo golpe que me hayas bloqueado, cuando yo lo único que hacía era enviarte pequeños vídeos que pudieran hacerte sonreír. Lo peor de todo, es que ni siquiera pensaba que los vieras o que incluso te llegaran, pues ni aun cuando nos comunicábamos, me hiciste comentario alguno. Y no eran a diario, ni tan siquiera semanales; sólo de vez en cuando, cuando veía que alguno podía hacerte sonreír a ti y también a algunos familiares mío. Lo hacía por tradición, sin pensar en más, sin acoso, sin maldad. Pero me bloqueaste.

Ojalá que estés enamorada, ojalá que estés emparejada, ojalá que te sientas muy feliz, ojalá que estés contenta, ojalá que estés muy bien, ojalá que te vaya bonito, María.

domingo, 5 de noviembre de 2023

Esporádico...

Después del gran golpe del fin de semana pasado (descubrir que bloquearas mis mensajes en red; lo único a lo que ya me agarraba, como si fuera algo que no te afectara), reconozco que este blog pasa a ser algo segundario. Ya sólo escribiré cuando necesite desahogarme, pero sí, tengo claro que lo seguiré necesitando; aunque yo no haya sido alguien importante en tu vida, tú en la mía sí que lo fuiste, y aún lo serás, porque tu unicidad en mi vida para mí es indiscutible.

Estoy asumiendo mi amargura, mi tristeza, mi pena, mi soledad, mi decadencia, mi desaparición, para lo que me resta de vida. Ya no hay opciones, ni posibilidades, ni alternativas, nada, sólo seguir adelante. A pesar de mi calamidad, yo te seguiré deseando todo lo mejor, por haber dejado tanta hermosura en mi vida, tanta belleza, que ya sólo será pasado. Gracias, María, muchas gracias, que te vaya muy bien en la nueva semana.

jueves, 2 de noviembre de 2023

Múltiples pensamientos...

Dentro de la tristeza, la pena y la amargura, mezcladas por el dolor de tu adiós, María, hay también multitud de pensamientos, pasados y presentes. Uno de ellos es el de que, creo que, al menos dos veces, tú me consideraras un ángel para ti, tanto en aquella época de 2007-2008, como en 2021. Sin embargo, desde mi punto de vista, y como quizá demuestre el tiempo, es justo al contrario: fuiste tú el ángel que Dios puso en mi vida, para liberarme.

Para liberarme de un viejo defecto mío: ser enamoradizo. Contigo se ha acabado ese defecto; desde hace quince años, se acabó el enamorarme de una mujer, sin que verdaderamente haya motivo por su parte, sólo porque me gustaba, porque me caía bien o porque me apetecía estar con ella, más resumidamente, porque me parecía ideal. Eso, ideal, nada real, como me pasó siempre.

Sin embargo, tú, ángel abrazador, tú viniste a por mí; yo no te busqué, yo no me creé un ideal contigo. Gracias a Dios, tú misma me has reconocido que te encaprichaste conmigo. Aunque lo tuyo fuera sólo un capricho, y por supuesto que te creo, ha sido lo máximo (y único), que ha sentido una mujer por mí (quedan aparte los naturales sentimientos familiares y los meramente amistosos).

Gracias, María, gracias por ser ese ángel liberador para mí; al menos, esta vez sí que me he podido despedir definitivamente de ti, porque la vez anterior no lo hice y reconozco que estuvo mal. Que Dios os guarde y cuide a todos los tuyos y a ti, María, bendita seas siempre.

miércoles, 1 de noviembre de 2023

"Cuídate" significa "adiós"

El lenguaje femenino será ya para mí un misterio. Hoy, 1 de noviembre, he aprendido que "cuídate", la última palabra que he leído y que me has escrito, que me has dirigido, significa "adiós". Pero no es un "adiós", a modo de despedida, sino que, dentro del contexto, es más bien un "hasta nunca", un "olvídame", o un "no me importas".

En diciembre del año pasado, me mencionaste que podías ser muy fría y está claro que una amenaza, un anuncio, un avance de lo que iba a suceder conmigo. Y lo cumpliste: volcaste toda tu frialdad sobre mí; una frialdad que ya, definitivamente, me ha hecho un efecto demoledor. A mi amargura, a mi tristeza, a mi pena, se ha unido un fortísimo dolor, que ha superado a todo sentimiento que aún me quedara por ti, María.

Me siento fatal, me siento muy triste y también, confundido. Y no porque no haya motivos para esa frialdad, sino por qué no sé cuál o cuáles han sido los que han provocado esta muerte en vida para mí. Sólo puedo justificarme con que la vida es así, no todo tiene explicación, ni se le puede buscar a todo lo que ocurre. Ocurre y ya está.

Este blog seguirá, porque se ha quedado como mi única fuente de desahogo, aunque sea pequeña y sin sentido, pero no tengo otra forma de expresar y sacar lo que queda en mí. Y mientras siga, te seguiré deseando todo lo mejor, María (sí, ya "María", a secas; ya que no puedo hacer por ti, tampoco me voy a molestar mucho en decorar tu nombre). Desde mi inmensa distancia sentimental y emocional por ti, que Dios os guarde y cuide a todos los tuyos y a ti, María, bendita seas siempre.

Dios te bendiga

A pesar de mi confianza en Dios, a pesar de mis oraciones, de mis esfuerzos, no pudo ser. Allí estabas tú. Y ya estaba avisado de que estuvi...